No quiero que me toquen: deseo, trauma y límites en hombres gays

“Quiero… pero no puedo.”
Ese es el conflicto silencioso de muchos hombres gays: el deseo está, pero el cuerpo se cierra. El contacto se vuelve abrumador. El sexo, una amenaza.
Y no es porque no lo quieras. Es porque hay una parte de ti que aprendió a protegerse cerrándose.

Desde la Terapia Gestalt y la terapia afirmativa para hombres gays, acompañamos esa vivencia no como un bloqueo que hay que superar, sino como un límite que merece ser comprendido, escuchado y respetado.


¿Por qué a veces no queremos que nos toquen?

La respuesta puede tener muchas capas. Algunas de las más comunes en hombres gays:

  • Experiencias sexuales pasadas sin consentimiento claro.
  • Haber aprendido a sexualizarse sin conectar emocionalmente.
  • Miedo a ser visto realmente en la intimidad.
  • Traumas relacionados con el cuerpo, el deseo o el contacto.
  • Vergüenza corporal o disociación.
  • Presión por rendir o cumplir con un rol.

El “no quiero” muchas veces no es rechazo al otro, sino una necesidad urgente de cuidado.


Deseo y límites en hombres gays: un espacio a revisar

En un entorno que promueve el sexo rápido, el contacto inmediato y el “todo vale”, decir “no quiero que me toquen” puede vivirse como un problema.
Pero es un acto de integridad. De protección. De autoescucha.
Y a la vez, puede generar conflicto interno:
—¿Por qué no puedo disfrutar?
—¿Qué me pasa si sí lo deseo, pero me cierro?
—¿Qué hago con la frustración o el juicio del otro?

Desde la terapia afirmativa LGTBIQ+, te ayudamos a escuchar ese límite sin juzgarlo, y a diferenciar entre el miedo y el deseo real.


¿Cómo lo trabajamos en Terapia Gestalt?

En la Terapia Gestalt, el cuerpo no es un obstáculo: es un mensaje.
Acompañamos procesos que ayudan a:

  • Reconectar con el cuerpo desde el permiso y no desde la exigencia.
  • Explorar las memorias físicas asociadas al contacto.
  • Sentir el “no” como un gesto de cuidado, no de fallo.
  • Recuperar la confianza para expresar lo que quieres, lo que no, y lo que aún no sabes.
  • Hacer espacio para el deseo sin que active alarma.

Puedes pedirme cita

Si sientes que el contacto te incomoda, que te cuesta habitar el deseo sin ansiedad o que no sabes cómo poner límites sin sentirte culpable, puedes pedirme cita.

Trabajo desde la Terapia Gestalt y la terapia afirmativa para hombres gays y personas LGTBIQ+, ofreciendo un espacio seguro, respetuoso y sin prisa para que puedas escuchar tu cuerpo y recuperar tu libertad desde dentro.

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