Septiembre es un nuevo comienzo.
Después del paréntesis del verano, volvemos a la rutina… pero también a nuestros patrones, automatismos y, a veces, a nuestros olvidos. Es un buen momento para revisar:
—¿Qué hábitos me hacen bien de verdad?
—¿Qué rutinas quiero sostener?
—¿A qué no quiero volver más?
En Terapia Gestalt, los hábitos no se trabajan como objetivos externos, sino como formas de relación con uno mismo. Y desde la terapia afirmativa LGTBIQ+, entendemos que retomar la rutina también implica volver a ti con más cuidado y menos exigencia.
Después del descanso (o del caos) del verano, puede aparecer la necesidad de “ponerse las pilas”. Pero cuidado: si vuelves a la rutina desde la autoexigencia, lo más probable es que termines repitiendo un ciclo de frustración y culpa.
Volver a los hábitos no tiene que ver con controlarte, sino con reconectar con lo que te sostiene.
Muchas veces confundimos “buenos hábitos” con actividades que hay que tachar de una lista. Pero un hábito solo es valioso si te habita también a ti, si te conecta contigo y te ayuda a vivir con más plenitud, no con más control.
Pregúntate:
La vuelta a los hábitos puede ser también una oportunidad de revisar tu relación con la autoexigencia. En especial si vienes de dinámicas de perfeccionismo, rendimiento o ansiedad.
Muchas personas LGTBIQ+, especialmente hombres gays, viven septiembre con una presión adicional: volver a espacios laborales o familiares donde sienten que no pueden ser del todo. O retomar rutinas donde el cuerpo, la imagen o el deseo están constantemente en juicio.
Por eso, reconectar con hábitos saludables también es reconectar con tu seguridad interna. Con lo que te cuida. Con lo que te calma. Con lo que te devuelve a ti.
Si quieres revisar tus hábitos desde un lugar más amable, si te cuesta encontrar equilibrio entre el descanso y la exigencia, o si deseas acompañarte emocionalmente en esta vuelta a la rutina, puedes pedirme cita.
Trabajo desde la Terapia Gestalt y una mirada afirmativa LGTBIQ+, especialmente pensada para acompañar a hombres gays y personas del colectivo que quieren vivir desde la autenticidad, no desde el “deber ser”.
