Sexo de consumo: cuando el placer se convierte en huida

El sexo de consumo gay aparece cuando el deseo se vive desde la ansiedad o la necesidad de llenar un vacío, más que desde el disfrute auténtico. No se trata de tener “mucho sexo”, sino de no poder parar aunque duela, dejando de lado el autocuidado y la conexión real.

La terapia Gestalt y la terapia afirmativa LGTBIQ+ ofrecen un espacio seguro para comprender lo que hay detrás de esta compulsión.


Señales de sexo de consumo

  • Necesidad constante de encuentros sin disfrute real.
  • Uso del sexo como anestesia frente a la soledad o el vacío.
  • Desconexión del cuerpo durante el acto.
  • Culpa y vergüenza después de los encuentros.

Factores que lo alimentan

  • Homofobia interiorizada y miedo a mostrarse vulnerable.
  • Uso de apps como único canal de contacto.
  • Búsqueda de validación a través del sexo.
  • Presión social hacia la imagen y el rendimiento.

Cómo empezar a salir del ciclo

  • Reconocer cuándo el sexo deja de ser placer y pasa a ser huida.
  • Conectar con el propio cuerpo y deseo auténtico.
  • Buscar otras formas de intimidad y cuidado.
  • Abrirse a un acompañamiento terapéutico para transformar la relación con el deseo.

Conclusión

El sexo de consumo gay no define quién eres, sino cómo gestionas tus heridas y carencias. Con conciencia y terapia, es posible volver a un deseo más libre y conectado.

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