Cada vez más personas del colectivo gay exploran relaciones abiertas. El modelo monógamo ya no encaja para muchos, y se buscan formas más libres, honestas y personalizadas de vincularse. Pero con esa apertura también llegan emociones intensas, como los celos, la inseguridad o el miedo al abandono.
Desde la terapia afirmativa LGTBIQ+, trabajamos con hombres gays que desean amar sin etiquetas pero que se encuentran atrapados entre el ideal de libertad y las heridas emocionales que se activan cuando el vínculo se descentra.
¿Queremos tenerlo todo?
Muchas veces, la apertura relacional viene acompañada de una expectativa invisible: no tener que elegir.
Queremos sexo sin límites, conexión afectiva estable, validación constante y libertad absoluta… sin enfrentarnos a la frustración, la diferencia o el dolor.
Pero abrir una relación no es evitar el conflicto: es hacerlo visible. Es poner sobre la mesa lo que sentimos, lo que no sabemos manejar, lo que nos duele.
Y ahí aparecen preguntas como:
- ¿Puedo sostener el deseo de mi pareja hacia otros?
- ¿Qué hago con mis celos?
- ¿Estoy de verdad eligiendo esta forma de relación o es la única forma en la que me siento aceptado?
Celos: emoción tabú, emoción humana
En el colectivo gay, los celos a menudo se viven con vergüenza. Se cree que si eres “evolucionado” o “moderno”, no deberías sentirlos. Pero en la Terapia Gestalt, entendemos los celos como una emoción legítima que habla de nuestras heridas, de nuestros miedos y de nuestras necesidades.
Negarlos solo los hace crecer por dentro. Escucharlos, sin actuar desde ellos, puede abrir un espacio de trabajo profundo:
- ¿Qué parte de mí se siente amenazada?
- ¿Qué fantasía tengo sobre lo que el otro necesita?
- ¿Dónde me olvido de mí en este vínculo?
El deseo no siempre es libre
Muchos hombres gays han crecido sin modelos seguros de relación. Por eso, abrir la relación puede sentirse liberador… o desbordante.
- A veces usamos la apertura para evitar conflictos.
- A veces la otra persona acepta algo que no desea por miedo a perderte.
- A veces estamos tan enfocados en “ser libres” que nos olvidamos de preguntar: ¿esto nos hace bien?
La libertad real requiere presencia, límites claros, honestidad emocional y coraje para sostener la incomodidad.
Abrir el vínculo… también hacia dentro
Más allá del número de personas involucradas, lo esencial es cómo estás tú en esa relación.
- ¿Puedes decir lo que necesitas?
- ¿Hay espacio para tus emociones?
- ¿Se cuida el vínculo, o se deja a la deriva?
En terapia, muchas veces trabajamos más el vínculo con uno mismo que el acuerdo externo. Porque si no sabes cuidarte, poner límites y sostener tu verdad, abrir la relación solo abrirá heridas.
Puedes pedirme cita
Si estás en una relación abierta o explorando otro modelo y te sientes perdido, inseguro o atrapado entre el deseo y el miedo, puedes pedirme cita. Trabajo desde la Terapia Gestalt y una mirada afirmativa para personas LGTBIQ+, especialmente dirigida a hombres gays que quieren vivir el amor con más verdad y menos exigencia.