El verano puede ser un gran momento para reconectar contigo. Pequeñas rutinas que hacer en verano para reconectar contigo y hacer un poco de autoterapia. Fuera de las prisas del año, muchas personas sienten que por fin hay espacio para respirar… pero también para sentir lo que durante meses quedó guardado. Emociones, preguntas, malestares que el ritmo laboral había silenciado.
Por eso, el verano también puede ser un tiempo de autoterapia y autorreflexión. No para hacer un trabajo psicológico completo tú solo, sino para escucharte más, estar contigo y cultivar pequeñas ruttinas gestos que te devuelvan a ti.
Desde la Terapia Gestalt, cualquier rutina puede ser terapéutica si se hace con presencia, conciencia y responsabilidad.
1. Respirar cada mañana, antes del móvil
Antes de mirar notificaciones o abrir redes sociales, haz tres respiraciones conscientes con los ojos cerrados. Pregúntate:
—¿Cómo estoy hoy?
—¿Qué necesito?
—¿Qué emoción me habita ahora mismo?
Este gesto te conecta con el presente y te recuerda que tú eres tu primer hogar.
2. Escribir sin filtro
Busca un cuaderno y dedica 10 minutos al día a escribir sin juzgar. No hace falta que tenga sentido. Solo deja que salga:
- Lo que piensas
- Lo que sientes
- Lo que te duele
- Lo que no entiendes
La escritura espontánea es una herramienta de descarga emocional y toma de conciencia. Una forma de verte sin máscaras. Pequeñas rutinas que hacer en verano y sentirte bien.
3. Escuchar tu cuerpo al final del día
Cierra los ojos y pregúntate:
—¿Qué parte de mi cuerpo me ha sostenido hoy?
—¿Qué sensaciones físicas tengo ahora?
—¿Dónde noto tensión o calma?
Desde la Terapia Gestalt, el cuerpo es sabiduría. Aprender a registrarlo te permite vivir desde dentro, no desde la exigencia externa.
4. Tomarte un día sin exigencias
Un día sin “tener que”. Sin producir. Sin gustar. Sin rendir.
Solo estar. Comer con calma. Caminar. Dormir. Escuchar música. No hacer nada útil.
Este tipo de descanso es profundamente reparador. Y es especialmente valioso si vienes de dinámicas de autoexigencia, rendimiento o validación externa. Es una pequeña rutina que te ayudará a estar mejor.
5. Escribirte una carta con ternura
Escribe una carta a ti mismo como si fueras tu mejor amigo. Habla con honestidad, sin exigencias.
Puedes decirte:
- Lo que has sostenido este año.
- Lo que necesitas cuidar.
- Lo que aún te cuesta, pero estás aprendiendo.
La autocompasión es una forma de resistencia interna. Especialmente en el colectivo LGTBIQ+, donde muchas veces hemos aprendido a sobrevivir juzgándonos antes que sentirnos.
6. Silenciar lo que te intoxica
Silencia cuentas en redes que te comparan, te generan culpa, presión o desconexión.
Pon límites a planes o personas que te dejan mal cuerpo.
El verano también es para cuidarte. No todo es compartirlo todo con todos.
7. Pedir ayuda si lo necesitas
Si algo te remueve, te supera o simplemente quieres compartir lo que estás transitando, puedes pedir ayuda. La autoterapia tiene límites, y el acompañamiento profesional puede darte sostén, perspectiva y contención.
Trabajo desde la Terapia Gestalt, con enfoque corporal, emocional y afirmativo, especialmente dirigido a hombres gays y personas LGTBIQ+ que desean vivir con más autenticidad y menos juicio.
Puedes pedirme cita si este verano te está removiendo y quieres abrir un proceso terapéutico, a tu ritmo y desde el respeto a tu historia.