¿Alguna vez te has exigido estar bien?
¿Te has sentido culpable por sentir tristeza, ansiedad, enfado… porque “ya deberías haberlo superado”?
¿Te has comparado con otras personas del colectivo, pensando que tú deberías ser más fuerte, más libre, más resuelto?
Esto es lo que en terapia llamamos exigencia emocional.
Y sí: afecta especialmente a personas LGTBIQ+, que durante años han aprendido a sobrevivir, adaptarse y demostrar que “todo está bien” aunque por dentro haya tormenta.
Desde la Terapia Gestalt y la terapia afirmativa LGTBIQ+, trabajamos para que puedas sentir sin obligación, sin juicio, sin máscara.
¿Qué es la exigencia emocional?
Es esa voz interna que no te deja estar como estás.
Que dice cosas como:
- “No tengo motivos para sentirme así.”
- “Esto ya debería estar superado.”
- “No quiero molestar con mis emociones.”
- “Tengo que mantener la calma.”
- “Estoy siendo demasiado intenso.”
La exigencia emocional no te deja sentir. Te obliga a actuar.
Incluso en espacios donde podrías estar seguro, sientes que tienes que “funcionar” emocionalmente.
¿Por qué es tan común en personas LGTBIQ+?
Porque muchas personas del colectivo han tenido que desarrollar una fuerza emocional forzada para sobrevivir al rechazo, la invisibilización o la culpa.
Y ahora, en el presente, esa fortaleza se convierte en autoexigencia:
- “Ya estoy fuera del armario, así que debería estar bien.”
- “Estoy en una relación, ¿por qué me siento solo?”
- “Tengo más privilegios que antes, no debería quejarme.”
- “Estoy haciendo terapia, entonces ¿por qué aún me duele?”
Incluso sanar se convierte en una meta que hay que cumplir.
Terapia Gestalt para la exigencia emocional
En Terapia Gestalt, no trabajamos para eliminar lo que sientes, sino para escucharlo sin forzarlo.
Te ayudamos a:
- Reconocer tus emociones sin intentar cambiarlas.
- Ver qué parte de ti aprendió a censurarse.
- Parar el ciclo de exigencia → frustración → culpa.
- Habitar lo que hay… incluso si no te gusta.
Desde la terapia afirmativa, este trabajo se hace respetando tu historia, tu identidad y tu ritmo. No tienes que justificarte. Solo estar.
Sentir no es un examen
No tienes que demostrar que eres resiliente.
No tienes que “aprovechar” cada momento para crecer.
No tienes que estar siempre en evolución.
Puedes estar triste, confuso, vacío o cansado. Y eso también es digno de cuidado.
Puedes pedirme cita
Si sientes que te exiges incluso sentir de la forma “correcta”, que estás agotado de estar siempre “a la altura” emocional, o que no sabes cómo darte permiso para simplemente ser, puedes pedirme cita.
Trabajo desde la Terapia Gestalt y la terapia afirmativa LGTBIQ+, ofreciendo un espacio donde no necesitas rendir. Solo venir como estás.