Cuerpo perfecto: la presión estética en el colectivo gay

El ideal del cuerpo perfecto gay es uno de los grandes fantasmas de la autoestima. Redes sociales, apps y cultura del gimnasio generan una presión constante: tener que estar musculado, joven y siempre “deseable”. Pero esta exigencia pasa factura a la salud mental y a la forma en que vivimos el deseo.


Cómo opera la presión estética

  • Comparaciones constantes con modelos irreales.
  • Sentir que tu valor depende de tu cuerpo.
  • Vergüenza y ansiedad en espacios sociales.
  • Dificultad para disfrutar de la intimidad sin exigencias.

Consecuencias emocionales

  • Baja autoestima y autocrítica excesiva.
  • Desconexión del cuerpo como fuente de placer.
  • Uso del sexo como validación externa.
  • Riesgo de trastornos alimenticios o de la conducta.

Cómo liberarse de esta presión

  • Reconocer que el ideal es social, no personal.
  • Explorar el placer más allá de la apariencia.
  • Practicar la autoaceptación y la ternura con el cuerpo.
  • Abrir un proceso terapéutico para transformar la mirada hacia ti mismo.

Conclusión

El mito del cuerpo perfecto gay es una trampa que desgasta la autoestima. Lo perfecto es reconocerte como suficiente tal y como eres. La terapia puede ayudarte a construir una relación más sana con tu cuerpo.

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