La autoestima y el éxito están más conectados de lo que parece. Cuando tu autoestima es frágil, es fácil sentir que no mereces tus logros o que, en cualquier momento, los demás descubrirán que “no eres tan válido como aparentas”. A esto se le conoce como síndrome del impostor, y afecta especialmente a muchas personas del colectivo LGTBIQ+, que han crecido con la sensación de tener que demostrar constantemente su valor.
La terapia Gestalt y la terapia afirmativa ayudan a reconocer estas voces internas y a recuperar la confianza en tus capacidades, para que el éxito deje de sentirse como una trampa y empiece a vivirse como un merecimiento.
¿Qué es el síndrome del impostor?
Es la sensación persistente de no merecer tus logros, de haber tenido “suerte” o de engañar a los demás. Se caracteriza por:
- Miedo a que descubran tu “incompetencia”.
- Minimizar tus propios éxitos.
- Trabajar en exceso para compensar la inseguridad.
- Sentir que nunca es suficiente, aunque recibas reconocimiento.
Cómo la autoestima influye en el éxito
La baja autoestima alimenta el síndrome del impostor y puede bloquear tu desarrollo profesional o personal:
- Autoboicot: rechazar oportunidades por miedo al fracaso.
- Comparaciones constantes: sentir que todos lo hacen mejor que tú.
- Perfeccionismo extremo: exigirse más de lo necesario para no “fallar”.
- Miedo a mostrarse auténtico: ocultar partes de ti (como tu orientación sexual o tu identidad) en entornos laborales.
Ejemplos comunes en el colectivo LGTBIQ+
- “Si supieran realmente quién soy, no me valorarían igual”.
- “Tengo que rendir siempre más porque, si no, me juzgarán”.
- “No puedo equivocarme porque confirmaría lo que piensan de mí”.
- “Mi éxito es cuestión de suerte, no de capacidad”.
Cómo superar el síndrome del impostor
Desde la terapia Gestalt y la terapia afirmativa, puedes empezar a:
- Reconocer tus logros: anotar y celebrar tus avances.
- Diferenciar voces: ¿quién te dice que no vales lo suficiente?
- Aceptar la imperfección: entender que equivocarse no borra tu valor.
- Conectar con tu autenticidad: dejar de esconder quién eres para “encajar”.
- Sostener tu proceso en terapia: trabajar estas creencias desde un acompañamiento seguro.
Conclusión
La relación entre autoestima y éxito no depende de acumular logros, sino de creer que mereces disfrutarlos. Superar el síndrome del impostor es un proceso de autoconfianza y autenticidad que te permite valorar lo que ya eres y todo lo que has conseguido.
Si sientes que el impostor vive dentro de ti y te impide disfrutar de tus logros, la terapia puede ayudarte a transformar esa mirada.
👉 En mi página web puedes pedir una primera sesión gratuita y dar el primer paso.