Cuidarme sin controlarme: la delgada línea entre autocuidado y autoexigencia

Introducción

Comes bien, haces ejercicio, meditas, vas a terapia…
Todo eso suena a autocuidado.
Pero dentro sientes presión. Rigidez. Ansiedad si no cumples.
¿Estás cuidándote o estás controlándote?

Desde la Terapia Gestalt y la terapia afirmativa LGTBIQ+, trabajamos para que el autocuidado no sea una jaula disfrazada de bienestar, sino un vínculo vivo, real y compasivo contigo.


¿Cuándo el autocuidado deja de ser cuidado?

  • Cuando se vuelve obligatorio.
  • Cuando hay culpa si no lo haces.
  • Cuando lo haces “porque toca” y no porque lo sientes.
  • Cuando se transforma en rendimiento: dormir mejor, comer perfecto, “gestionarte bien”.
  • Cuando se convierte en un intento de ganarte tu propio amor.

El autocuidado consciente no busca perfección, busca presencia.


¿Por qué ocurre esto en personas LGTBIQ+?

Porque muchas personas del colectivo han aprendido a compensar el dolor con control.
Han usado el perfeccionismo, la imagen, el rendimiento o la salud como forma de legitimarse ante un mundo que las juzga.

Entonces, en vez de poder descansar, aparece la tensión:

  • ¿Estoy meditando lo suficiente?
  • ¿Estoy sanando bien?
  • ¿Estoy en forma, comiendo limpio, durmiendo 8 horas, siendo la mejor versión de mí?

Y lo que debería aliviarte… empieza a agotarte.


Autocuidado consciente en personas LGTBIQ+

En Terapia Gestalt, no trabajamos para que te cuides “bien”.
Trabajamos para que te cuides desde lo que necesitas de verdad.
Te acompaño a:

  • Diferenciar autocuidado de autoexigencia.
  • Escuchar el cuerpo más allá del ideal.
  • Elegir lo que te sienta bien sin miedo a fallar.
  • Dejar espacio al descanso, al disfrute, a lo “imperfecto”.
  • Preguntarte: ¿esto lo hago para gustarme o para dejar de rechazarme?

Desde la terapia afirmativa, esto se hace respetando tu proceso, tus tiempos y tus contradicciones. Sin juicio.


Cuidarte es estar contigo… no contra ti

No necesitas cumplir otra lista.
No necesitas sanar perfecto.
No necesitas merecer el descanso.
Solo necesitas permiso para ser humano.


Puedes pedirme cita

Si sientes que incluso el autocuidado te agobia, que te cuesta distinguir entre bienestar y exigencia, o que tu cuerpo necesita descanso pero no puedes dárselo, puedes pedirme cita.
Trabajo desde la Terapia Gestalt y la terapia afirmativa LGTBIQ+, para que cuidarte sea volver a ti, no alejarte más.

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