Las apps de ligue y la despersonalización forman parte de nuestra vida cotidiana. Especialmente en el colectivo gay, son una de las formas más comunes de conocerse, vincularse o tener sexo. Pero también pueden convertirse en un espacio donde lo que sentimos, lo que somos y lo que buscamos se diluyen en apps de ligue y depsersonalización.
Desde la terapia afirmativa LGTBIQ+, vemos cada vez más personas que llegan a consulta con un patrón común: uso compulsivo de apps, sensación de vacío, desconexión emocional y frustración afectiva. ¿Qué hay detrás de esto?
Las apps de ligue nos invitan a mostrarnos, pero desde una lógica de mercado. Crea tu perfil, selecciona fotos, elige lo que ofreces y compite con otros por la atención.
En este juego:
Muchos hombres gays acaban preguntándose:
—¿Qué tengo que mostrar para ser deseado?
—¿Por qué necesito estar aquí todo el tiempo?
—¿Por qué me siento más solo cuanto más conecto?
En la Terapia Gestalt, trabajamos con la experiencia viva, con el contacto real. Las apps, por su diseño, pueden bloquear ese contacto auténtico. Te relacionas con un avatar, no con una persona entera. Y tú mismo te fragmentas: solo muestras lo que “vende”.
Este tipo de conexión constante pero vacía puede aumentar la ansiedad, la autoexigencia y la sensación de no ser suficiente. Cada no-respuesta se vive como rechazo. Cada match no concretado, como fracaso.
Muchas veces, estar enganchado a las apps no significa estar deseando. Significa buscar validación, distracción o anestesia emocional.
El deseo real —ese que nace del cuerpo, de la presencia, del vínculo— queda tapado por la inercia del swipe.
Recuperarlo implica preguntarte:
No se trata de demonizar las apps. Pueden ser herramientas útiles si las usamos con conciencia. El problema aparece cuando nos desconectamos de nosotros mismos y creemos que el valor está afuera, en el próximo match, en el próximo encuentro.
La terapia para hombres gays y personas LGTBIQ+ puede ayudarte a observar tu relación con las apps, entender lo que estás buscando en ellas y recuperar el contacto con tu deseo auténtico, tu cuerpo y tus emociones.
Si sientes que las apps te están desgastando, que entras en bucles de comparación o vacío, o que te cuesta relacionarte desde otro lugar, puedes pedirme cita.
Trabajo desde la Terapia Gestalt, con una mirada afirmativa, segura y sin juicio. Un espacio donde no necesitas “gustar”, solo estar.
