Ansiedad: qué es y cómo reconocerla

La ansiedad es una de las consultas más comunes en terapia. Sentir nervios antes de un examen o un encuentro importante es normal, pero cuando la ansiedad se convierte en un estado constante, afecta la mente, el cuerpo y la manera de relacionarnos.

En el colectivo LGTBIQ+, la ansiedad suele estar atravesada por experiencias de rechazo, miedo al juicio y la presión de encajar en ciertos modelos. La terapia Gestalt y la terapia afirmativa ofrecen un espacio seguro para reconocer cómo la ansiedad se manifiesta y empezar a transformarla.


¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo frente a una amenaza. El problema surge cuando esa alarma se activa sin motivo real o de manera desproporcionada. Puede expresarse como:

  • Preocupación constante.
  • Sensación de falta de aire o taquicardia.
  • Tensión muscular.
  • Dificultad para dormir.
  • Bloqueo en situaciones sociales.

Ansiedad y colectivo LGTBIQ+

Muchas personas LGTBIQ+ viven la ansiedad como una consecuencia de:

  • Homofobia interiorizada: miedo a no ser suficiente o a ser rechazado por mostrar quién eres. (Lee más en autoestima en las relaciones)
  • Apps de ligue: la presión por ser deseado genera inseguridad y comparación constante. (Relacionado: apps de ligue gay)
  • Presión estética: exigencia de tener un cuerpo “perfecto” para ser aceptado. (Más en autoestima corporal)

Cómo reconocer la ansiedad en tu vida

Pregúntate:

  • ¿Mis pensamientos me llevan al futuro con preocupaciones que no puedo controlar?
  • ¿Mi cuerpo está en tensión gran parte del día?
  • ¿Evito situaciones por miedo a sentirme mal o juzgado?
  • ¿Necesito controlar todo para sentirme a salvo?

Responder afirmativamente a varias de estas preguntas puede indicar que la ansiedad está afectando tu vida más de lo que imaginas.


Cómo empezar a gestionarla

Desde la terapia Gestalt, la ansiedad no se trabaja solo desde la mente, sino también desde el cuerpo y la emoción:

  • Grounding: sentir los pies en el suelo y la respiración para volver al presente.
  • Autoescucha: identificar qué parte de ti tiene miedo y qué necesita.
  • Contacto terapéutico: abrir un espacio seguro para expresar sin juicio.
  • Revisar creencias limitantes: muchas veces la ansiedad está alimentada por frases internas como “no soy suficiente”. (Relacionado: creencias limitantes)

Conclusión

La ansiedad no es una debilidad, es una señal de que hay algo en ti que necesita atención y cuidado. Reconocerla es el primer paso para poder transformarla en un estado de mayor calma y presencia.

Si sientes que la ansiedad condiciona tu vida, pedir ayuda puede ser un acto de valentía. La terapia es un lugar para dejar de luchar solo con tus miedos y aprender a escucharte desde otro lugar.

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